ORIGEN Y VARIEDADES
Es un fruto nativo del este de Asia. Se cultiva principalmente en Japón y China, dónde es llamado Kinkan y Chuikan respectivamente. También se cultiva en Australia, Florida (Estados Unidos) e incluso en España. La variedad más conocida en Europa y América del Norte es el kumquat oval o de Nagami.
SU MEJOR ÉPOCA
El kumquat está disponible todo el año en los mercados ya que los principales países productores lo cosechan y recolectan en épocas distintas.
CARACTERÍSTICAS
su tamaño oscila entre los 2-3 centímetros de diámetro y 20-30 milímetros de largo. Su peso varía entre los 5-20 gramos.
su piel es lisa, de color anaranjado y muy brillante.
el sabor de la piel es dulce acidulado y el de la pulpa ligeramente amargo. Muy aromático y fácil de comer.
tiene una forma ovoide y la pulpa está dividida en 4-5 gajos con 2-3 semillas en función de la variedad que se trate (oval o Nagami, redondo o Marumi). CÓMO ELEGIRLO Y CONSERVARLO
Los kumquat se ofrecen con frecuencia en los mercados de forma muy atractiva, unidos a su rama y manteniendo algunas de sus verdes y pequeñas hojas. Se deben elegir aquellos ejemplares firmes, sin manchas ni golpes y deben tener la piel brillante. Es preferible descartar siempre los kumquat blandos porque se deterioran con gran facilidad.
El kumquat es más delicado y frágil que las naranjas, ya que su piel es más delgada. A temperatura ambiente se conserva perfectamente durante un periodo de 5-6 días, pero se puede aumentar este periodo hasta aproximadamente tres semanas guardándolo en el refrigerador.
Su valor energético es elevado y abunda la vitamina C, el ácido fólico y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, aunque este último apenas es absorbido por el organismo.
Así mismo, es rico en otras sustancias llamadas carotenoides, responsables de su color característico, conocidos por sus propiedades antioxidantes y de su sabor, como los ácidos málico, oxálico, tartárico y cítrico; éste último potencia la acción de la vitamina C.
Así mismo, esta fruta posee cantidades apreciables de fibra dietética.
La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El ácido fólico participa en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
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