El kiwi procede de una planta trepadora que
recibe su mismo nombre y pertenece a la familia de las Actinidiáceas,
que incluye unos 300 árboles y arbustos, muchos de ellos trepadores y
ornamentales propios del hemisferio sur. A pesar de su aspecto externo
poco atractivo, se trata de un fruto muy sabroso, de interesantes
propiedades nutritivas y muy saludable.
ORIGEN Y VARIEDADES
Es
un fruto exótico que proviene de las laderas del Himalaya,
concretamente de China Continental. Nueva Zelanda, Brasil, Italia y
Chile, son los principales países productores. Algunas de las variedades
más importantes son:
SU MEJOR ÉPOCA
Esta
fruta, al madurar en invierno, aparece en el mercado a partir de octubre
y se mantiene en perfectas condiciones hasta mayo. Sin embargo, otras
variedades como el kiwi procedente de Nueva Zelanda, también pueden
consumirse desde finales de mayo hasta principios de noviembre.
CARACTERÍSTICAS
de agradable sabor y pulpa verde esmeralda y, en España, la variedad procedente de la Hayward. Otras variedades menos importantes por el pequeño tamaño de sus frutos son:
su
tamaño es similar al de un huevo grande y pesa aproximadamente 80
gramos, según la variedad de que se trate (Abbot, Bruno, Monty, Hayward,
etc.).
la
piel es marrón y está recubierta de pequeños filamentos a modo de pelos
y su pulpa tiene un color verde esmeralda y está repleta de pequeñas
pepitas de color negro, dispuestas en forma de círculo.
tiene un sabor agridulce y muy refrescante.
El
fruto se recolecta a mediados de octubre y principios de noviembre en
España. Estos frutos no son comestibles inmediatamente después de su
recolección, sino cuando se observa que tienen una consistencia algo
blanda al tacto. Tras la recolección, parte de los frutos se almacenan
en cámaras frigoríficas para su conservación hasta el mes de junio,
cuando son exportados a países de la Unión Europea. El envasado se
realiza en cajas de cartón para un mejor transporte y presentación.
es una baya con forma de elipse y cubierta de una piel repleta de vellosidades. CÓMO ELEGIRLO
A la
hora de comprar esta fruta, hay que elegir ejemplares intactos y sin
manchas. Se deben descartar los kiwis muy blandos o dañados porque
tienen menos sabor o sabores extraños. El tamaño no influye en la
calidad del fruto. En un lugar fresco, el kiwi puede conservarse durante
mucho tiempo siempre que esté protegido contra la deshidratación, por
ejemplo con bolsas de uso alimentario. Si lo conservamos a temperatura
ambiente, nos aguanta hasta 15 días; si lo refrigeramos, un mes y si lo
congelamos, hasta 6 meses. Si se desea que vayan madurando, se los
dejará a temperatura ambiente. La maduración del kiwi es muy lenta,
pudiéndose acelerar si los introducimos en bolsas junto con manzanas o
peras, que desprenden etileno. De este modo, se obtienen los kiwis en su
punto de sazón en cuestión de 8-10 días.
PROPIEDADES NUTRITIVAS
Su
componente mayoritario es el agua. Es de moderado aporte calórico, por
su cantidad de hidratos de carbono. Destaca su contenido en vitamina C;
más del doble que una naranja, y vitaminas del grupo B, entre ellas el
ácido fólico. Así mismo es rico en minerales como potasio, magnesio y
fibra, soluble e insoluble, con un potente efecto laxante. La fibra
mejora el tránsito intestinal. La vitamina C interviene en la formación
de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción
del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El ácido
fólico colabora en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la
síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema
inmunológico. El magnesio se relaciona con el funcionamiento de
intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora
la inmunidad y posee un suave efecto laxante. El potasio es necesario
para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad
muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de
la célula.
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