La mandarina es el fruto del mandarino, árbol que
pertenece a la familia de las Rutáceas, con características similares
al naranjo, aunque más pequeño y delicado. Esta familia comprende más de
1.600 especies. Además, el género botánico Citrus, que incluye a esta
fruta, es el más importante de la familia y consta de unas 20 especies
con frutos comestibles, todos ellos muy abundantes en vitamina C,
flavonoides y aceites esenciales. Los frutos, llamados hespérides,
tienen la particularidad de que su pulpa está formada por numerosas
vesículas llenas de jugo. La mandarina se considera como el cítrico más
afín a la naranja. Su pequeño tamaño, su sabor más aromático y la
facilidad de quitar su piel, hacen de esta fruta una de las más
apreciadas.
ORIGEN Y VARIEDADES
Al igual que
el resto de cítricos, la mandarina proviene de las zonas tropicales de
Asia. Antes de llegar a Occidente ya era famosa por su dulce sabor en
los mercados de la India. Su nombre alude al color de los trajes que
utilizaban los mandarines, altos gobernantes de la antigua China, por
tanto, se puede afirmar que es una fruta originaria de China e
Indochina, cuyo cultivo se introdujo en Europa en el siglo XIX. En la
actualidad, son países productores: Japón, Israel, Argelia y por su
puesto España, donde en la Comunidad Valenciana se produce el 90% de la
mandarina del país.
Las
mandarinas se dividen en cuatro grandes grupos o tipos varietales,
dentro de los cuales se encuentran las diferentes variedades:
Clementinas, Clemenvillas, Híbridos y Satsumas.
son de tamaño más grande que las anteriores, de corteza naranja rojiza y con mucho zumo.
son
frutos de buen tamaño y color naranja rojizo muy atractivo. La pulpa
posee gran cantidad de zumo y es abundante en azúcares y ácidos
orgánicos. La corteza está muy adherida a la pulpa. Destacan las
siguientes variedades: de
tamaño pequeño, color naranja intenso y corteza fina. La recolección se
hace en febrero pero el fruto puede permanecer en el árbol hasta abril.
Es una variedad interesante para zonas tardías con poco riego y heladas
fuertes. son frutos
grandes, con corteza ligeramente rugosa y fácil de pelar. Se puede
recolectar a partir de febrero, aunque pierde zumo si se conserva mucho
tiempo en el árbol. son
mandarinas de tamaño medio a grande, ligeramente achatadas y con una
corteza rugosa que se adhiere a la pulpa y dificulta su pelado. Madura a
finales de enero o principios de febrero y se puede mantener bien en el
árbol.
es
originaria de Japón y presenta un exquisito aroma. Sus árboles son los
últimos en florecer y sin embargo son los primeros que se recolectan.
Las frutas son de color amarillo naranja o naranja asalmonado, de buen
tamaño, forma achatada y con propensión a hincharse cuando la corteza
inicia el cambio de color. La corteza es gruesa y rugosa, la pulpa de
menor calidad gustativa y su recolección puede comenzar a mediados de
septiembre. Destacan las siguientes variedades: de
buena calidad gustativa. Muy precoz, en algunas zonas comienza su
recolección en septiembre. Tolera muy bien el transporte y
almacenamiento. fruto de tamaño medio a pequeño, color naranja claro, forma aplanada y con mucho zumo. fruto de baja calidad y cuya recolección suele comenzar a mediados de septiembre.
SU MEJOR ÉPOCA
Se
pueden encontrar en el mercado desde septiembre hasta principios de
marzo. Su periodo de maduración es dilatado dada la gran cantidad de
variedades cultivadas.
CARACTERÍSTICAS
son
de color naranja intenso, de forma esférica aplanada y lo común es que
carezcan de semillas. Se consideran un cruce entre la mandarina y una
naranja silvestre de Argelia. Se pelan con facilidad y tienen muy buen
sabor. Destacan variedades como la un
fruto de extraordinaria calidad de tamaño pequeño o medio, con un peso
entre 50 y 70 gramos. Su recolección se lleva a cabo entre noviembre y
enero. Las de variedad tienen
forma redondeada y un peso que oscila entre los 70 y 90 gramos. La
corteza es granulosa y fácil de pelar. La recolección se realiza de
noviembre a diciembre y no es recomendable su conservación en el árbol
ya que pierde zumo y tiende a hincharse. Las mandarinas
tienen el fruto de tamaño grande (80-100 gramos) con forma algo
achatada. Su pulpa resulta jugosa, fácil de pelar y carece prácticamente
de semillas. La recolección es de noviembre a enero. Otras variedades
muy similares a las anteriores y sin semillas son la
el
fruto es de tamaño mediano, que incide en la calidad del producto y
oscila entre los 40 milímetros y los 86 o más en las mandarinas de mayor
calidad comercial. El calibrado de las mandarinas se realiza en una
escala descendente entre el 1 y el 10, siendo las del número 1 las más
grandes y las del 10 las más pequeñas. El peso de una mandarina puede
variar desde los 50 a los 100 gramos; por lo que la ración de consumo
recomendada es de dos o tres piezas, según el tamaño.
el
color, tanto de su cáscara como de su pulpa, es anaranjado; en algunas
variedades la piel puede tener un tono naranja rojizo. Su piel, en
general, no se adhiere al fruto y su pulpa se divide en 8 ó 10 gajos que
se separan con facilidad.
la pulpa de la mandarina es de sabor dulce, ligeramente acidulado y resulta deliciosamente jugosa y refrescante.
la mayoría de las variedades tienen forma esférica ligeramente aplanada. CÓMO ELEGIRLA Y CONSERVARLA
Los
cítricos, si son jugosos, deben ser pesados, por lo que elegiremos las
mandarinas que tengan mayor peso respecto a su tamaño, lo cual es
indicativo que están llenas de jugo. Las de mayor calidad son las que
tienen la piel blanda pero no arrugada y bien adherida a los gajos. El
pedúnculo debe estar cortado a ras y el mejor indicativo de su calidad
no es tanto el color de la cáscara, sino su olor, más dulce e intenso
cuanto más madura está la fruta.
Una vez
recolectada, la mandarina se conserva perfectamente a temperaturas de
refrigeración, entre 3 y 7ºC, en la parte menos fría del frigorífico. Si
se quiere conservar por un periodo de una a dos semanas se puede
incluso refrigerar por debajo de 3ºC; y si se desea conservar por un mes
o más tiempo, no es recomendable bajar de 5ºC. Las pérdidas de peso
debidas a la evaporación de agua pueden ser considerables en un
almacenaje prolongado si no se consigue mantener la humedad relativa del
aire al 90%.
PROPIEDADES NUTRITIVAS
El
componente mayoritario en las mandarinas es el agua y, respecto a otras
frutas de su género, aporta menos cantidad de azúcares y por tanto menos
calorías. La cantidad de fibra es apreciable y ésta se encuentra sobre
todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, por lo que su
consumo favorece el tránsito intestinal. De su contenido vitamínico
sobresale la vitamina C, en menor cantidad que la naranja, el ácido
fólico y la provitamina A, más abundante que en cualquier otro cítrico.
También contiene cantidades destacables de ácido cítrico, potasio y
magnesio. En menor proporción se encuentran ciertas vitaminas del grupo B
y minerales como el calcio, de peor aprovechamiento que el que procede
de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de dicho mineral.
La
provitamina A o beta caroteno se transforma en vitamina A en nuestro
organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la
visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y
para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. La vitamina C
interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos
y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a
las infecciones. Ambas vitaminas, cumplen además una función
antioxidante. El ácido cítrico posee una acción desinfectante y potencia
la acción de la vitamina C. El ácido fólico interviene en la producción
de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la
formación anticuerpos del sistema inmunológico. El potasio es un mineral
necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para
la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro
y fuera de la célula.
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